domingo, 8 de enero de 2012

sylvie redactora....

Creo que me toca escribir en el blog de Poppy.

Llevo dos semanas disfrutando de la experiencia australiana con ella (mejor anfitriona imposible) y he de decir que pocos países me han sorprendido tanto como éste y he visitado unos cuantos. De hecho, es el único donde he repetido claramente la experiencia japonesa del lost in translation (frase que usa Poppy constantemente y ahora entiendo) a pesar de entender el idioma. Un ejemplo, si estás convencida de que para ir a un sitio has de girar a la derecha, mejor giras a la izquierda... parece una tontería de ejemplo, quizás muy manido, pero creo que no hay medida más clara de la desorientación en que te ves inmerso al llegar y que, por lo que veo en Poppy, puede durar meses. Si físicamente no sabes ubicarte... mentalmente estás inmersa/o en el caos.

Lo más impresionante: aparte de las vastas extensiones, por supuesto, darte cuenta de que podrías llegar a ser tan australiano como cualquiera de ellos, porque ninguno es realmente de aquí, es decir, salvo los aborígenes, ¡y no he visto ni tan siquiera uno!, todos los habitantes de este país, la inmensa mayoría son de origen británico, chino, italiano, griego, vietnamita, camboyano, chileno, indio, alemán, español... Se podría decir lo mismo de Estados Unidos, pero allí no son (tan) conscientes de ello como en este país (el museo de la inmigración de Melbourne es un imprescinidble si venís a visitar a Poppy; tonto quien no lo haga), donde hace tan solo unos años le pidieron perdón aborígenes por la discriminación sufrida y el daño causado. Creo que fue en el 2008 o 2010, vamos, que les ha costado lo suyo.

Melbourne... no me extraña que la elijan año tras año como una de las mejores ciudades donde vivir (suele quedar en primer o segundo lugar). Es una ciudad con todos los servicios, pero con el ritmo y el relajo de un pueblo. Poco edificio, poco tráfico, vestimenta chancletera... Eso sí,con un tiempo incomprensible. Estamos en verano y ayer tuvimos que ponernos anorak... ¡lo juro!



Aparte... estuvimos en Ningaloo Reef (noroeste del país) con Pas, y Poppy sigue sin creerse la cantidad de peces que vio. Nadamos con todo el acuario, incluidos tiburones (acabas sintiéndote cómoda/o) y tortugas. Y uno de estos días Poppy os cuelga la foto de la estrella de mar gigante que encontró.


Experiencia canguro: como saltan no es lo más impresionante, lo más chocante es verles caminar. Plantan las dos patas delanteras y arrastran las dos traseras. Me recuerdan a los viejitos que van con el andador por delante. Tan majestuosos al saltar, tan tristes caminando. 

Ya estáis tardando en venir a ver a Poppy. Si fuera por mi, ¡me quedaba! De hecho, ya estoy planeando el viaje de verano.

Sylvia de Béjar

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